Existen tres grandes miedos que, si no los
controlamos, pueden volverse en nuestra contra en el plano amoroso,
pues influyen en nuestro vínculo con los hombres y en el desarrollo de una
posible relación.
- Miedo a quedarse sola para siempre
Cuando nuestras relaciones han fracasado o recién sufrimos
una ruptura amorosa es normal sentir ese miedo incontrolable de no
encontrar al hombre indicado, de no volvernos a enamorar otra vez, de que no
haya nadie "como él". Y el miedo más grande detrás de estos es el
temor a quedarnos solas. ¿Sabías que los hombres pueden percibir cuando las
mujeres tienen miedo a estar solas? Lo presienten en
cómo inconscientemente te comportas para con ellos.
Por lo general, con este temor en mente, una mujer tiende a
querer todo rápido cuando recién conoce a un hombre y eso es lo que lo termina
espantando. ¡El miedo a quedarte sola es el que puede estar alejando a ese
hombre que tanto esperas! Así que relájate
- Miedo a perder
Cuando tenemos miedo de perder a un hombre, nuestro
comportamiento lo demuestra: lo llamamos todo el tiempo con cualquier excusa y
sin importar si hablamos hace 5 minutos, queremos saber todo lo que hace,
deseamos estar a su lado lo máximo posible, nos sentimos más celosas y
posesivas. Está claro que todo ello “asusta” a cualquier persona, mucho más si
se trata de un hombre con el que recién estás comenzando. El miedo a perder
muchas veces ya nos condena a perder.
- Miedo a que se repitan malas experiencias
Luego de una desilusión amorosa juramos que jamás nos vamos
a enamorar. ¿Quién no lo ha sentido as? Y cuando finalmente aparece un nuevo
hombre que nos interesa parecería que no podemos avanzar debido al pánico de
volver a sufrir por amor. En esos casos, lo mejor es esperar un tiempo para no
mirar el presente con el miedo que nos dejó el pasado.
¿Te has sentido identificada con alguna de estas
situaciones? ¡Es normal sentir estos miedos! De todas formas, y si los piensas
bien, ninguno de ellos se justifica en un fundamento lógico: que el pasado haya
sido malo o el presente no sea tal como lo quisieras no es garantía que el
futuro también lo sea.
Como dice un dicho, hay que probar todas las llaves y
no frustrarnos, porque tal vez sea la última la que finalmente abra la puerta
;)
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