Reflexión estética y crítica sobre la relación problemática de la ciudad entre las nubes del cielo y las nubes de monóxido de carbono (la ciudad entre el cielo y el infierno). Observación, lectura y escritura crítica y transformadora del fenómeno anteriormente mencionado en relación con la prosa de Baudelaire en los respectivos cuentos: La sopa y las nubes
La sopa de nubes podría apreciarse como un acercamiento de los interrogantes que se planteaba el autor desde lo que observaba en su temprana edad. El poema me remite a los pensamientos ingenuos y maravillosos que posea un niño, dando como referencia de la imborrable huella que dejan las primeras instancias de vida en el hombre. Ahora nombrarlos como traficantes de nubes es quizá una manera majestuosa y hermosa de disculpar ese mundo incomprendido de los niños de donde son retirados usualmente por la rutina y la cotidianidad.
Si hacemos relación de la cuidad con el poema podemos apreciarlo desde varios puntos de vista: la ingenuidad y la capacidad de exploración de los niños, y la relación espacio y tiempo. La cuidad es un espacio lleno de apreciaciones estéticas, ofreciendo indicios de acontecimientos relacionados con el hombre y su alrededor. A menudo que trascurren los años el ser humano vuelca su visión de una manera más racional, ya no le interesa apreciar a fondo lo que ocurre a su alrededor a perdido esa manía de estar preguntando y cuestionando sobre lo que ve, no le interesa interactuar y hacer que su imaginación lo lleve a vivir experiencia de reflexión gratificantes.
La cuidad es un espacio de trasformación tanto cultural como atmosférica, el hombre poco a poco ha perdido su espacio de interacción con la naturaleza, este se a encargado de hacer una visión de la vida un poco más restringida en cuanto a la intervención del espacio y la imaginación. Ya muy pocos se sienta a ver el cielo y cuestionar porque si antes era azul, ahora lo vemos negro. Nos pasamos la vida en vernos bellos, en comprar lo que queremos, en tener dinero y ser los mejores; pero hemos dejado a un lado el lugar donde nacimos y vivimos todos los días. ¿Qué está pasando con nuestra ciudad?, ¿porque todos los días hay algo nuevo?, ¿nos han preguntado si es mejor esto o lo otro?.....en definitiva vivimos en un intersticio, lo bueno y lo malo, el pasado y el futuro. Somos cabezas flotando en la mitad de una ciudad que nos remite a infinidades de cosas. Pensamientos buenos o malos pero que al final termina siendo lo mismo: “pensamientos”.
Ahora continuo cuestionándome en qué lado me encuentro, sentada observo a mí alrededor y recuerdo que lo que vemos en el cielo (blanco y negro), es lo mismo que veo todos los días de mi vida en esta ciudad sin salida.
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